Capítulo 26

El ejército debe ser como la serpiente Shuairan: cuando es atacada en la cabeza, se defiende con la cola; cuando es atacada en la cola, se defiende con la cabeza; cuando es atacada en el centro, se defiende con cabeza y cola.
Nuestras fuerzas deben estar igual de conectadas y coordinadas, como si fueran un organismo vivo.
Por el contrario, debemos romper la unidad orgánica de las fuerzas enemigas.